Acompañamos los procesos terapéuticos con el afán de que cada consultante logre modificar, diversificar o ampliar sus estrategias y herramientas para lidiar y/o resignificar aquellos conflictos que le aquejan.
Algunas personas acuden a terapia con un motivo claro de consulta y el trabajo terapéutico parte desde allí, aunque no se limite a ello. En otros casos, no existe un motivo claro de consulta pero sí un deseo de lograr un mayor bienestar físico, emocional y mental.
Preguntas o situaciones vinculadas a miedos, ansiedades y/o angustias, surgidas en relación al desarraigo (producto de migraciones), los lazos con les otres, la soledad, el amor, las pérdidas y sus duelos, entre otros.
Trabajamos con adolescencias, personas adultas y adultos/as/es mayores.
La frecuencia, en principio, es semanal y luego puede variar según el caso. La duración es entre 40 y 60 minutos y la modalidad virtual, con lo que se requiere de conexión a internet y un espacio de privacidad durante la sesión.